Viernes, 6 de agosto de 2021

Transfiguración del Señor

Lecturas:

Dn 7, 9-10.13-14.  Un anciano se sentó. Su vestido era blanco como nieve.

Sal 96, 1-2.5-6. 9.  El Señor reina altísimo sobre toda la tierra.

2 P 1, 16-19.  “Éste es mi Hijo amado”. Esta voz traída del cielo la oímos nosotros estando con él en la montaña sagrada.

Mc 9, 2-10.  Este es mi Hijo, el amado.

Celebramos hoy la fiesta de la Transfiguración del Señor.

La Palabra hoy quiere iluminar el misterio de la cruz, de tu cruz y mostrarte cuál es la obra que el Señor quiere hacer contigo, cuál es la meta hacia la que caminamos: no estás llamado a ser un vagabundo existencial caminando hacia ninguna parte, sin sentido…, sino a ser un peregrino, caminando hacia el cielo.

Dios te ama tanto que te ha creado para vivir con Él para siempre, para toda la eternidad. La meta no es llegar a viejos, sino llegar al cielo. De nada te sirve ganar el mundo entero si se pierde tu alma

La transfiguración anticipa la victoria de Jesucristo sobre la cruz. Y te invita a vencer el miedo a la cruz -a tu cruz-, a entrar con el Señor en ella, y a descubrir cómo el Espíritu Santo hace un gran milagro: hace que la cruz -tu cruz-  sea fecunda y gloriosa.

No te asustes si ante tu cruz ves que aparece el miedo y el desconcierto. Es un signo de tu debilidad. Es un signo de que sólo con tus fuerzas no puedes. Un signo de que necesitas invocar al Espíritu Santo para que te dé ojos de fe y avive en ti el don de fortaleza.

El Evangelio nos muestra también cuál es el motor que te hace avanzar en el camino: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.

Avanzarás en el camino de la vida eterna si cada día acoges esta Palabra que Dios te dirige a ti: tú eres mi hijo amado; si humilde y confiadamente, escuchas a Jesucristo y lo aceptas como único Señor y único Maestro y te dejas llevar por el Espíritu Santo viviendo como discípulo en comunión con los otros discípulos, viviendo la fe en la Iglesia.

Si crees verás la gloria de Dios.

A toda la tierra alcanza su pregón (cf. Sal 19, 5).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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