La comunidad Carmelita de Ontinyent
¿CÓMO TRANSCURREN NUESTRAS JORNADAS…?
Con gran sencillez y mucha alegría. Nuestra vida es trabajo y ORACIÓN, o mejor, al revés: Ya muy temprano, 6:20 de la mañana, nos reunimos en la capilla a cantar las divinas alabanzas salmódicas. Luego, una hora de oración en intimidad con el Señor; o bien, intercediendo por el mundo entero; y como no puede ser menos, por nuestros padres, familiares y cuantos se encomiendan a nuestras oraciones; para que Dios los bendiga y proteja en sus dificultades. Seguidamente la Santa Misa; luego el desayuno y cada cual a realizar las tareas que tiene a su responsabilidad. En cuanto a las aspirantes, postulantes, novicias, profesas temporales, siguen el plan de estudios o manualidades formativas y de espiritualidad que les competen; hasta la hora 13:00pm que reunidas en la Capilla proseguimos por breve espacio nuestras plegarias, y a continuación vamos al comedor donde las hermanas mayores nos tienen preparada una confortante comida, tras la cual, tenemos una hora de expansivo recreo. Seguidamente, una hora que Llamamos de SILENCIO, o tiempo libre, que cada hermana puede hacer libre uso de la misma: descansar, leer, orar, etc, pero siempre sin hacer ruidos para no molestar a quienes necesiten descansar. Por las tardes, aparte de nuestros rezos, nos dedicamos a actividades formativas, ocupaciones comunitarias, hasta las 19:00 horas cantamos Vísperas y luego otra hora de oración. Sobre las 20:15 horas pm, nos reunimos de nuevo en el comedor para la cena, terminada ésta, las hermanas que les toca el turno se encargan de lavar los platos, y seguidamente, todas juntas disfrutamos de otra hora de expansión a la que denominamos recreo. Sobre las diez de la noche, vamos a la Capilla para la oración de Completas, y con el canto de la SALVE a la Santísima, Virgen, damos fin a la jornada. Y todas, a descansar, para mañana con fervor y alegría, comenzar de nuevo.

EN NUESTRA VIDA TAN ORGANIZADA; NO TIENE CABIDA EL ABURRIMIENTO, PRUEBALO Y LO VERÉIS.
Queridas Jóvenes. Si Jesús os Llama, no dudéis en decirle que “SÍ”. ÉL se lo merece. Vale la pena consagrarle la propia vida. Y Él, que no se deja vencer en generosidad. Nos hace ser muy FELICES:
Cuantas aquí estamos, (ahora somos diez) Todas hemos dejado a nuestros padres, hermanos, sobrinos, familiares, amigas y también amigos, y algunas NOVIO con quien deseaban compartir su vida formando un nuevo hogar, y sin vacilar, ni volver la vista atrás, seguimos la Llamada de Jesús, que nos ofrece compartamos la vida con Él, nos hace enteramente SUYAS y para SIEMPRE. No es posible mayor honor y FELICIDAD:
No temáis ante el dolor de vuestras familias. Dios, les consuela, y los bendice con la Paz y ayudándoles en todas las dificultades; Mejor que lo pudiéramos hacer nosotras. A cambio, de la hija o hijo que Dios les pide, se lo recompensa muy cumplidamente.
Desde este Monasterio, recibid nuestro cariñoso saludo al que unimos nuestras plegarias.