Viernes, 29 de octubre de 2021

Lecturas:

Rom 9,1-5. Quisiera ser un proscrito por el bien de mis hermanos.

Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.

Lc 14, 1-6   Había allí un hombre enfermo

San Pablo nos muestra su tristeza y su dolor por la situación de su pueblo, el pueblo elegido: Israel.

Es una palabra que nos llama a la conversión. Hoy, especialmente nos invita a la conversión a la gratitud. Así nos lo ha dicho el Salmo: Glorifica al Señor, Jerusalén; que ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

Nos invita a dar gracias a Dios:

- por el don de la vida y por el don de la fe que has recibido gratuitamente;

- por el don de la Iglesia, nuevo Israel, y por la comunidad concreta en la que el Señor te llama a vivir la fe. Y por el don de los hermanos, que el Señor te ha dado como una ayuda para caminar hacia la meta del cielo.

- a vivir la vida como una hermosa historia de amor y de salvación que Dios está haciendo contigo;

- a ser dócil a la acción del Espíritu Santo para poder escuchar la voz del Señor y vivir en su voluntad, siguiendo al Señor por donde Él quiera llevarte.

- a dejarte conocer por el Señor, abriéndole tu corazón y en-tregándole todo lo que hay en él, para que lo sane, lo purifique y lo ben-diga.

- a vivir en la alabanza, glorificando al Señor, porque puedes ver su amor gratuito y su misericordia en medio de tu vida, porque puedes experimentar que no estás solo, que el Señor está contigo.

A toda la tierra alcanza su pregón (cf. Sal 19, 5).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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