Viernes, 21 de octubre de 2022

Lecturas:

Ef 4, 1-6.   Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo.

Sal 23, 1-6.   Éste, Señor, es el grupo que busca tu presencia.

Lc 12, 54-59   Si sabéis discernir el aspecto de la tierra y el cielo, ¿cómo es que no sabéis discernir el tiempo presente?

Hoy san Pablo nos invita a que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Con lo que comienza por recordarnos que en la vida del hombre todo es don, todo es gracia: ¿Tienes algo que no hayas recibido? El que se gloríe, que se gloríe en el Señor (cf. 1 Co 4, 7; 1, 31). Tú no te has dado la vida a ti mismo. Tú no eres dios.

En la vida del hombre todo es vocación, todo es llamada por parte de Dios y respuesta por parte del hombre.

En primer lugar, estamos llamados a ser santos y a ser hijos: Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor… (cf. Ef 1, 4-5).

Luego, cada uno ha recibido una vocación concreta: al matrimonio, al sacerdocio, a la vida consagrada… pero siempre según el beneplácito de su voluntad… para alabanza de la gloria de su gracia

Y todo, a vivirlo, en comunión con el Señor en su cuerpo, que es la Iglesia.

Para vivir en comunión, nos invita a vivir unas actitudes concretas, que son fruto de la vida en el Espíritu: Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz

Sólo la humildad vence la soberbia y el egoísmo, principio divisor que anida en el corazón del hombre herido por el pecado original; la amabilidad, que crea y favorece la unión; y la comprensión y el soportarse (cargar con el hermano herido o impedido)… La unidad es don de Dios, pero requiere nuestra colaboración.

Y dejando que la unidad la vaya haciendo el Señor. ¿Cómo? Viviendo en un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos.

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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