Viernes, 2 de septiembre de 2022

Lecturas:

1 Cor 4, 1-5. El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón.

Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.

Lc 5, 33-39. Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán.

Hoy la Palabra continúa mostrándonos signos de haber acogido al Espíritu Santo y estar viviendo la vida en el Espíritu.

San Pablo afronta el tema de las divisiones que hay en la comunidad de Corinto. Y hace una doble advertencia.

Para todos los que tenemos alguna responsabilidad: sacerdotes, diáconos, servidores, catequistas…, recordar que somos servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios y que lo que se busca en los administradores es que sean fieles. La fidelidad es un signo de docilidad al Espíritu.

Para todos: no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. Él (…) pondrá al descubierto los designios del corazón. En la comunidad cristiana se ha de dar la corrección fraterna y la intercesión, pero no el juicio que lleva a la murmuración y, al final, a la división.

El evangelio también nos muestra un signo claro de estar acogiendo el don del Espíritu Santo. a vino nuevo, odres nuevos.

Seguir a Jesús no es un mero cambio de “look”, un maquillaje, un cambio de apariencia. No. Escuchar la llamada de Jesús, que te dice: ¬ Ven y sígueme es comenzar una vida nueva: hay que nacer de nuevo, nacer de agua y de Espíritu (cf. Jn 3, 3-5).

Jesús no quiere poner un parche en tu vida, quiere hacerte un trasplante de corazón: cambiar tu corazón de piedra regalándote un corazón nuevo, un corazón de carne (cf. Ez 36, 25-28).

Nadie echa vino nuevo en odres viejos. Este vino nuevo es el Espíritu Santo, que no puede quedarse en odres viejos. El Espíritu viene a renovarlo todo: ¡hay que nacer de nuevo! ¡De agua y de Espíritu! Si dejas actuar al Espíritu, Él convertirá el vino de tu vida en un vino añejo, de solera. Si te cierras a su acción, el vino de tu vida se irá avinagrando: Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “El añejo es mejor”.

Esta operación la irá haciendo el Espíritu Santo en ti, porque para Dios no hay nada imposible (cf. Lc 1, 37).

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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