Viernes, 19 de noviembre de 2021

Lecturas:

1 Mac 4,36-37.52-59. Celebraron la consagración del altar, ofreciendo con júbilo holocaustos.

Sal: 1Cro 29,10-12. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso.

Lc 19, 45-48.  Habéis convertido mi casa en cueva de bandidos.

En el Evangelio contemplamos la escena en la que Jesús echa a los vendedores del templo, diciéndoles: Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”.

Es una llamada seria a la conversión la que nos dirige el Señor con esta Palabra. Porque también nosotros podemos caer en esta tentación.

¿Cómo? ¿Cuándo?

- Cuando no buscas hacer la voluntad de Dios, sino la tuya.

- Cuando quieres robarle a Dios la gloria.

- Cuando no quieres escuchar la voz del Señor.

- Cuando quieres utilizar a Dios en beneficio tuyo.

- Cuando manipulas la Palabra de Dios, para hacerle decir lo que te interesa que diga.

- Cuando aplazas indefinidamente tu conversión.

- Cuando no quieres que Jesucristo entre en algunas zonas de tu vida.

- Cuando quieres vivir en la apariencia.

- Cuando no dejas actuar al Espíritu Santo.

- Cuando quieres una comunidad cristiana según tu proyecto.

 - Cuando rechazas a los hermanos que el Señor te ha dado.

Para combatir esta tentación, el versículo del Aleluya nos ha dado la clave: Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen (cf. Jn 10, 27).

Las tres cosas son necesarias:

Escuchar la voz del Señor y acoger confiadamente su Palabra en el corazón. Sin juzgarla, sin manipularla. Es una palabra de amor, de vida, de salvación. Di, como María: ¡hágase en mí según tu Palabra!

Dejarte conocer por el Señor: ¡ábrele el corazón! No tengas miedo, habla con tu Padre. ¡Nadie te ama como Él! Disfruta del Padre. Cuida tu relación con Él.

Seguir a Jesús. Déjate llevar por su Espíritu Santo. Deja que Jesucristo sea el Señor de tu vida, de toda tu vida.

¡Si crees, verás la gloria de Dios!

A toda la tierra alcanza su pregón (cf. Sal 19, 5).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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