Viernes, 15 de julio de 2022

Sam Buenaventura

Lecturas:

Is 38, 1-6. 21-22. 7-8. He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas.

Sal Is 38, 10-12. 16. Señor detuviste mi alma ante la tumba vacía.

Mt 12, 1-8.  El Hijo del Hombre es señor del sábado.

En el evangelio, vemos cómo Jesús dice:  aquí hay uno que es más que el templo… el Hijo del hombre es señor del sábado. Afirmaciones que, sin duda, desconcertaron a los que le escuchaban: sólo Dios es Señor del sábado, con lo cual, Jesús está diciendo que aquí hay uno que es más que David, que es verdadero Dios y verdadero hombre.

Y esto es toda una invitación a la confesión de fe para nosotros. ¿Quién es Jesús para ti?, ¿Qué lugar ocupa en tu vida?

¿Quién es el Señor de tu vida? ¿Quién es el Señor de tu matrimonio, de tu consagración religiosa, de tu noviazgo, de tu sacerdocio, de tu juventud…? ¿Quién es el Señor de tu trabajo, de tu tiempo, de tu dinero, de tu diversión…?

¿A quién le preguntas cada día cómo tienes que vivir? ¿A tu corazón, herido por el pecado original? ¿A las modas del mundo?

Ser cristiano no es un mero cumplimiento de normas, es vivir enamorados de Jesucristo y dejar que Él sea el Señor de tu vida, ¡de toda tu vida! Es poner toda tu vida bajo el señorío de Jesucristo.

Es vivir cada día escuchando y obedeciendo la voz del Señor. Lo hemos cantado en el Aleluya: Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen.

Mis ovejas escuchan mi voz. Esta es la actitud principal de cada día, de cada instante. Esa es la parte principal de la oración: ojalá escuchéis hoy la voz del Señor. No endurezcáis vuestro corazón.

Y yo las conozco, y ellas me siguen. Ser discípulo es tener una relación personal con Jesús. Una relación de amor, de conocerle y dejarte conocer por Él. Jesús no es una idea, ni un personaje del pasado. ¡Jesucristo vive! Y quiere vivir en ti, en tu corazón.

Y ellas me siguen. Ser cristiano es seguir a Jesús. A dónde Él quiera llevarte. Es vivir con Él y para Él.

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥  (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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