Viernes, 14 de mayo de 2021

San Matías

Lecturas:

Hch 1, 15-17. 20-26.  Le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

Sal 112  El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.

Jn 15, 9-17.  No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.

Celebramos hoy la fiesta de San Matías, apóstol, que siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan y, después de la Ascensión fue puesto por los Apóstoles en el lugar que había ocupado Judas, el traidor.

Estamos llamados a vivir la fe en la Iglesia. No hemos sido creados para la soledad, sino para la relación, la comunión, y la donación.  Creer es un acto eclesial. La fe de la Iglesia precede, engendra, conduce y alimenta nuestra fe. Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre (S. Cipriano, cf. Catecismo 181).

La Iglesia es apostólica porque edificada sobre el fundamento de los Apóstoles, custodia fielmente su enseñanza a través de la cadena ininterrumpida de la sucesión episcopal (cf. Catecismo 857s).

Desde el principio de su vida pública Jesús elige a doce apóstoles para que estén con él y los envía en misión a hablar en su nombre, revestidos de su autoridad: El que os recibe a vosotros, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió (cf Mt 10,40).

Constituyen los fundamentos del nuevo Israel, que es lo que simboliza el número doce del colegio apostólico.

Los doce son para siempre el fundamento de la Iglesia: EI muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero (cf. Ap 21,14).

Por eso, la elección de un apóstol en sustitución de Judas es necesaria para que se descubra en la Iglesia naciente la figura del nuevo Israel.

Esta fiesta es una invitación a que vivas en la comunión eclesial; a dar gracias a Dios por el don de la fe, de la Iglesia, de cada uno de los hermanos que te ha regalado. ¡Reza por ellos!

¡Os daré un corazón nuevo!  (cf. Ez 36, 26).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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