Sábado, 24 de julio de 2021

San Sabelio Makhlûf

Lecturas:

Ex 24, 3-8.  Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado con vosotros.

 Sal 49.  Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.

Mt 13, 24-30.  Dejadlos crecer juntos hasta la siega.

Escuchamos hoy la parábola del trigo y la cizaña que nos llama a la conversión continua, porque en nuestro corazón la cizaña del pecado está mezclada con el trigo del Evangelio hasta el último día.

Esta parábola nos habla del misterio del mal en el mundo y en tu corazón.

Nos desconcierta que aparezca la cizaña en el corazón. Cizaña es todo aquello que te quiere hacer dudar del amor de Dios y pretende separarte de Él y romper la comunión con los hermanos, con la Iglesia.

No te asustes, un enemigo, el diablo, como león rugiente ronda buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe (cf. 1 Pe 5, 8-9). No te obsesiones en querer arrancarla no sea que arranques trigo y cizaña.

El versículo del Aleluya nos ha dado una perspectiva concreta sobre la cizaña: Acoged con docilidad la palabra, que ha sido injertada en vosotros, y es capaz de salvar vuestras vidas.

Al hacerte dudar del amor de Dios, el Maligno siembra en tu corazón la cizaña de la rebeldía. La cizaña de hacerte creer que tú sabes más que Dios, que eres dueño de tu vida y de tu historia, que tú sabes mejor que nadie qué es lo que te conviene…

Por eso, no hay que olvidar que la humildad es la puerta de la fe. Que el Reino de Dios es de los pequeños, de los pobres, de los que tienen puesta su confianza en Dios.

También, la primera lectura nos ayuda a descubrir cómo debemos vivir. Ante las palabras de Moisés, el pueblo de Israel dice: Haremos todo lo que ha dicho el Señor y le obedeceremos

Para dejar crecer la semilla hace falta un corazón como el de Jesús: manso y humilde, obediente a la voluntad del Padre.

A toda la tierra alcanza su pregón (cf. Sal 19, 5).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

Volver a reflexiones a la Palabra de Dios