Sábado, 18 de febrero de 2023

Lecturas:

Heb 11, 1-7. Por la fe sabemos que el universo fue configurado por la palabra de Dios.

Sal 11.  Tú nos guardarás, Señor.

Mc 9, 2-13.  Se transfiguró delante de ellos.

El Evangelio nos muestra hoy la Transfiguración del Señor.

      La Palabra hoy quiere iluminar el misterio de la cruz, de tu cruz y mostrarte cuál es la obra que el Señor quiere hacer contigo, cuál es la meta hacia la que caminamos: no estás llamado a ser un vagabundo existencial caminando hacia ninguna parte, sin sentido…, sino a ser un peregrino.

Dios te ama tanto que te ha creado para vivir con Él para siempre, para toda la eternidad. La meta no es llegar a viejos, sino llegar al cielo: De nada te sirve ganar el mundo entero si se pierde tu alma.

La transfiguración anticipa la victoria de Jesucristo sobre la cruz. Y te invita a vencer el miedo a la cruz -a tu cruz-, a entrar con el Señor en ella, y a descubrir cómo el Espíritu Santo hace un gran milagro: hace que la cruz -tu cruz-  sea fecunda y gloriosa.

No te asustes si ante tu cruz ves que aparece el miedo y el desconcierto. Es un signo de tu debilidad. Es un signo de que sólo con tus fuerzas no puedes. Un signo de que necesitas invocar al Espíritu Santo para que te dé ojos de fe y avive en ti el don de fortaleza.

El Evangelio nos muestra también cuál es el motor que te hace avanzar en el camino: Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo.

Avanzarás en el camino de la vida eterna si cada día acoges esta Palabra que Dios te dirige a ti: tú eres mi hijo amado; si humilde y confiadamente, escuchas a Jesucristo y lo aceptas como único Señor y único Maestro y te dejas llevar por el Espíritu Santo viviendo como discípulo en comunión con los otros discípulos, viviendo la fe en la Iglesia.

Si cada día vives de esa fe que va unida a la esperanza y conduce a la caridad. Esa fe, que es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve.

Si crees verás la gloria de Dios.

Yo abro brecha delante de vosotros
(Cf. Miq 2, 12-13).

       ¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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