Miércoles, 24 de agosto de 2022
San Bartolomé, apóstol
Lecturas:
Ap 21, 9b-14. Llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.
Sal 144 Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Jn 1, 45-51. Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.
La fiesta de San Bartolomé, Apóstol, nos recuerda que la Iglesia es apostólica, edificada sobre el fundamento de los Apóstoles y en continuidad con ellos, y custodia su enseñanza a través de los sucesores de los Apóstoles, los Obispos.Es lo que nos muestra la primera lectura que, además, nos muestra a la Iglesia como a la novia, a la esposa del Cordero, para señalar la alianza de amor que une a Dios con la humanidad, a Cristo con la Iglesia.
Nos recuerda también que la Iglesia es misionera. Los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo y fueron enviados a anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1, 8) y hasta el fin de los tiempos.
El Papa Francisco nos invita continuamente a ser una Iglesia en salida, en misión. Pero no podremos ser Iglesia en salida, mientras el Espíritu Santo no esté de entrada.
Necesitamos ser evangelizadores con Espíritu, abiertos sin temor a la acción del Espíritu Santo, que infunde la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente (cf. Francisco, EG 259s)
El Evangelio nos muestra el encuentro entre Jesús y Natanael, a quien tradicionalmente se le identifica con Bartolomé. Jesús elogia de él su amor a la verdad. Natanael es un hombre que busca, que da el salto de la fe. Su razón se abre al misterio y se convierte así en la imagen del auténtico creyente que, guiado por la Palabra de Dios, busca y por medio de la fe confiesa que Jesús es el Salvador. Fiado en el Señor puede pasar de ser un simple curioso a ser un discípulo.
Para dar este paso, necesitas el don del Espíritu Santo, que te abra el corazón y te prepare para el encuentro personal con el Señor: Ven y verás. El Señor te invita hoy a este encuentro con Él. Si crees… ¡verás cosas mayores, verás la gloria de Dios!
Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).
¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).