Martes, 2 de agosto de 2022
Lecturas:
Jr 30, 1-2.12-15.18-22. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob.
Sal 101, 16-21.29.22-23. El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.
Mt 14, 22-36. Mándame ir a ti sobre el agua.
En el Evangelio contemplamos a Jesús, que te invita a confiar en Él, a vivir con Él tu vida, que es una historia de amor y de salvación.En medio de la noche, en medio de la oscuridad en que a veces te encuentras, en medio de la barca sacudida por el viento y el oleaje de las heridas, las dificultades, la persecución, la tentación, la debilidad, los problemas… En medio de tu historia, de tu cruz, de tus sufrimientos, el Señor te dice: ¡Ánimo, soy yo, no tengas miedo! Yo estoy contigo.
El Señor te dice: Ven. Y lleno de humildad, reconociendo que no puedes darte la vida a ti mismo, dile: Señor, sálvame. Sólo Jesús puede curarte.
¿Y cómo lo hace? Cuantos la tocaban quedaban curados. Tocar a Jesús no es simplemente un tocar físico: es un verdadero acto de fe.
Es una confesión de fe, es creer y proclamar que realmente Jesús es el Hijo de Dios. Tocar a Jesús es aferrarte al nombre de Jesús y suplicar su salvación. Es dejarte recrear por su Palabra acogida confiadamente y vivida: es una Palabra que tiene vida eterna. Es tocarlo en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía. Pero vividos no como un rito vacío, sino como un encuentro en el Resucitado. Y es dejarte hacer por el Espíritu Santo en la Iglesia.
Hoy el Señor, que te ama, te invita a que te acerques a Él, a que le toques a que le dejes entrar en tu vida, en tu historia, en tu matrimonio, en tu sacerdocio, en tu trabajo… a que derrames el aceite del Espíritu Santo sobre tu vida y a que dejes que Él lo haga todo nuevo. Como Él quiera, cuando Él quiera.
Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).
¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13). Jorge Miró