Martes, 11 de octubre de 2022

San Juan XXIII

Lecturas:

Gal 5, 1-6.  Nada vale la circuncisión, sino la fe que actúa por el amor.

Sal 118.  Señor, que me alcance tu favor.

Lc
11, 37-41.  Dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo.

El Señor nos llama de nuevo a la conversión: esa es la tarea de cada día. La verdadera conversión, que no es quedarse en un mero moralismo de cumplir normas, sino en poner toda tu vida bajo el Señorío de Jesucristo. Dejar que Jesucristo sea el Señor de tu vida, ¡de toda tu vida!

En la primera lectura, san Pablo nos ha dicho algo muy hermoso: Para la libertad nos ha liberado Cristo. Manteneos, pues, firmes, y no dejéis que vuelvan a someteros a yugos de esclavitud.

Pero, ¿qué es la libertad? ¿Qué es ser libre? A veces pensamos que ser libres es hacer lo que nos da la gana, o vivir siguiendo las modas del mundo.

Nos cuesta mucho darnos cuenta de que nuestro corazón está profundamente herido por el pecado original y, por eso, tenemos la experiencia que describe san Pablo (cf. Rom 7, 14s): no entiendo mi comportamiento, pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco…

También nos cuesta darnos cuenta de que no podemos seguir los criterios del mundo. El Papa Francisco nos recuerda con frecuencia el peligro de la mundanidad.

La verdadera libertad no es una libertad para que sea aproveche la carne, sino la libertad de dejarse llevar por el Espíritu de Jesucristo y por Él abrirse a una vida nueva: vivir cada día la presencia de Dios Padre que te ama; de Jesucristo que ha muerto y resucitado por ti; del Espíritu Santo, dulce huésped del alma, que te hace vivir la vida como una hermosa y misteriosa historia de amor y de salvación que Dios está haciendo contigo.

San Pablo nos dice que Donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Mas todos nosotros, con la cara descubierta, reflejamos la gloria del Señor y nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente, por la acción del Espíritu del Señor (cf. 2 Co 3, 17s).

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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