Lunes, 8 de agosto de 2022

Santo Domingo de Guzmán

Lecturas:

Ez 1, 2-5. 24-28c.  Era la apariencia visible de la gloria de Dios.

Sal 148.  Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Mt 17,22-27. Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de impuestos.

En la primera lectura, comenzamos el libro del profeta Ezequiel, que se abre con una visión, que era la apariencia visible de la Gloria del Señor. Significa que Dios viene a visitar a su pueblo, que está desterrado en Babilonia.

La gloria era la garantía de la presencia de Dios, que es fiel, y que se manifiesta a través de los prodigios realizados en favor de su pueblo.

Esta Palabra nos invita a tener una mirada de fe sobre la historia, sobre tu historia. No estás solo: Jesús les dijo: yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos (cf. Mt 28, 20). Y esta mirada de fe es especialmente necesaria cuando las cosas parece que no van bien, porque ahí está el Señor redimiendo, salvando, escribiendo recto con renglones torcidos.

No estás solo, el Señor camina contigo y te ha dado también un pueblo, que es la Iglesia, para que camines con los hermanos que el Señor te ha dado hacia la meta de la vida eterna. Por eso, no te separes de la Iglesia, de la comunidad en la que el Señor te ha llamado a vivir la fe. Ahí, te espera el Señor.

Dios te ama, te ha creado porque te ama, y está haciendo contigo una historia, que no es fruto de la casualidad o de la suerte. No. Es Historia de salvación. Por eso, ¡confía en Él! Invoca al Espíritu Santo en medio de la oscuridad y la duda. ¡Habla con el Señor!, ¡Escúchale! Descansa en Él.

Ser cristiano es vivir, disfrutar, esa presencia amorosa de Dios en medio de tu vida. ¡Invoca al Espíritu Santo para que te enseñe a descubrir, a vivir esta presencia…

Y así, podrás cantar con el salmo: Reyes del orbe y todos pueblos, príncipes y jueces del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños, alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime.

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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