Lunes, 14 de noviembre de 2022

Lecturas:

Ap 1, 1-4; 2,1-5a.   Recuerda de dónde has caído y conviértete.

Sal 1, 1-6.   Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida

Lc 18,35-43.  ¿Qué quieres que haga por ti? ¡Señor, que vea otra vez¡

El Evangelio nos muestra la escena impresionante del encuentro de Jesús con el ciego de Jericó. En él estamos representados todos. Esta es tu propia historia.

Tantas veces estamos como el ciego: sentados al borde del camino, pidiendo limosna. Tantas veces estamos cansados y agobiados, desencantados y frustrados, taciturnos y “de vuelta” de todo, faltos de confianza y de esperanza…

Y, tantas veces, perdidos y desorientados vamos mendigando la felicidad y la vida, y se la vamos pidiendo a los ídolos: a los afectos, al dinero, al éxito, al poder, al placer, a la belleza, a las seguridades humanas…

Y así acaba aumentando nuestro desencanto, al comprobar que los ídolos no pueden darnos la vida. Y por ese camino, fácilmente acabamos viviendo una vida sin sentido.

En medio de esta historia, -tu historia-, grita al Señor, dile: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí! Y el Señor, que te ama y está contigo, en medio de tus sufrimientos, hoy te dice: «¿Qué quieres que haga por ti?

¡Ábrele el corazón al Señor! ¡Entrégale al Señor tu vida, tus sufrimientos, tus heridas, tus miedos...! ¡Pídele lo que necesitas!

Pero sobre todo, pídele como el ciego: Señor, que recobre la vista, que pueda ver. ¡Pide el Espíritu Santo!

Pídele que te enamore de Jesucristo. Pídele, como hemos escuchado una conversión muy concreta: volver al amor primero.

Es una llamada a salir de la rutina, del desencanto, de la comodidad, del cálculo interesado… y volver a poner al Señor en el centro de tu existencia, volver a proclamar que Jesucristo vive y es el Señor de tu vida.

Y entonces podrás seguir a Jesús alabándole y glorificándole por el camino. Entonces tu vida será como un árbol, plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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