Lunes, 13 de junio de 2022

San Antonio de Padua

Lecturas:

1 Re 21, 1-16.  Nabot ha muerto apedrado.

Sal 5.  Atiende a mis gemidos, Señor.

Mt 5, 38-42. Yo os digo: no hagáis frente al que os agravia.

Vemos en la primera lectura el doble delito -robo y asesinato- cometido por el rey Ajab y su esposa Jezabel, en una situación en la que se mezclan el abuso de poder y la manipulación perversa de testigos y de signos religiosos como el ayuno.

Mañana contemplaremos la respuesta del Señor a través del profeta Elías. Respuesta que ya nos anuncia hoy el Salmo: Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia

En el Evangelio, escuchamos a Jesús que nos dice: Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia

La ley del. Talión (ojo por ojo) era una ley justa, que nació para limitar la venganza indiscriminada. En ella se castiga la culpa; en la ley nueva del Evangelio, se desarraiga la fuente misma del pecado (San Jerónimo).

La novedad de Jesús nos invita a ir más lejos: nos invita a romper con la espiral de violencia que se genera al “pagar” con la misma moneda: no hagáis frente al que os agravia. Así nos lo enseñará también san Pablo: No devolváis a nadie mal por mal… No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal a fuerza de bien (cf. Rom 12, 17s).

Con la llegada del Reino de Dios se hace presente el amor de Dios, un amor gratuito y misericordioso. Su justicia será la misericordia: hace salir el sol sobre buenos y malos (cf. Mt 5, 45).

Pero este mandato de Jesús no está reñido con la legítima defensa de las personas y las sociedades que, puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otro.

Que en este tiempo de gracia también tú puedas orar con el Salmo: Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, haz caso de mis gritos de auxilio, Rey mío y Dios mío.

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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