Lunes, 12 de septiembre de 2022

Dulce nombre de María

Lecturas:

1 Co 11, 17-26. 33.  Si os dividís en bandos, os resulta imposible comer la cena del Señor.

Sal 39. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Lc 7, 1-10. Ni en Israel he encontrado tanta fe.

Hoy, la Palabra nos muestra dos signos de acoger y vivir en el Espíritu: la fe y la Eucaristía.

En el Evangelio Jesús nos pone al centurión como modelo de fe: Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.

La fe no es una teoría sino una vida: el centurión tiene una fe humilde y sencilla: no exige, suplica; no reclama, confía; no protesta, agradece; reconoce la autoridad de Jesús, de su palabra, que es Palabra de Dios, que tiene poder para curar, para salvar, para dar vida: una palabra tuya bastará para sanarme.

Vivir en fe es dejar tu vida en las manos del Señor que te ama, que cuida de ti, que te da lo que necesitas en cada momento. Vivir de la fe es confiar en el amor de Dios, a pesar de las apariencias: aunque camine por cañadas oscuras nada temo…

Y la confesión de fe en Jesucristo como Señor, nos lleva a la Eucaristía. Pero la Eucaristía no es un rito que hay que cumplir y que cuanto menos dure, mejor.

La Eucaristía es un encuentro con el Señor, con el Esposo. Un encuentro personal, pero en la comunidad. Dios te ha llamado a vivir la fe en un pueblo, en su cuerpo, que es la Iglesia. De ahí, la llamada de atención de san Pablo a los corintios: partidos, divisiones, desprecios, humillaciones… no proceden entre los hermanos.

La Eucaristía es la celebración del misterio pascual: haced esto en memoria mía. Es recibir un Cuerpo entregado y una Sangre derramada por su fidelidad a la voluntad del Padre y por amor a los hombres.

Difícilmente se puede participar en la Eucaristía cuando nuestra vida está cerrada a la voluntad de Dios y no vivimos entregados a los demás, comenzando por vivir la propia vocación. Una cosa es asistir; otra, participar

¿Cómo estás de fe? Si crees, ¡verás la gloria de Dios!

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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