Jueves, 7 de julio de 2022
Lecturas:
Os 11, 1-4. 8c-9. Se conmueven mis entrañas.
Sal 79, 2-3. 15-16. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.
Mt 10, 7-15. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis
El profeta Oseas continúa mostrándonos la primera y principal de todas las verdades de nuestra fe: que Dios te ama. Que te ha creado por amor. Que Dios es fiel y no dejará de amarte nunca. ¡Por grandes que sean tus pecados!Y aquí es donde pone hoy el acento la Palabra: en la misericordia entrañable de Dios: Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí… Con lazos humanos los atraje, con vínculos de amor… Mi corazón está perturbado, se conmueven mis entrañas.
Misericordia que te llama a la conversión, como hemos cantado en el Aleluya: convertíos y creed en el Evangelio. Porque Dios sabe que cuando te alejas de Él vives en la soledad y en el sinsentido.
Y a esto nos envía el Señor en el Evangelio: a dar gratis lo que hemos recibido gratis: estamos llamados a ser discípulos misioneros.
Nos envía a curar enfermos, a resucitar muertos, a limpiar leprosos, a echar demonios. Y Jesús envía con poder, en su Nombre y con su poder. Por eso, no hay que llevar oro, plata… Mi fuerza y mi poder es el Señor.
El Señor nos envía a realizar su obra. No es cuestión de gustos o apetencias, sino de misión. Somos llamados y enviados. Y a la misión acompaña una promesa.
Nos envía a proclamar un acontecimiento: que ha llegado el reino de los cielos; a ser testigos del Amor de Dios, que se manifiesta en Jesucristo.
La predicación se convierte en acontecimiento, y éste da testimonio de la predicación. La Palabra de Dios tiene poder y es acontecimiento, milagro, es la Palabra que realiza la nueva creación y por eso produce signos que anuncian la derrota de Satanás.
Si crees, ¡también tú verás la gloria de Dios!
Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).
¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).
