Jueves 4 de Marzo de 2021

Lecturas:

Jr 17, 5-10.  Yo, el Señor, sondeo el corazón.

Sal 1, 1-6.  Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Lc 16, 19-31.  Si no escuchan a Moisés ni a los profetas, aunque un muerto resucite, no le harán caso.

En este camino cuaresmal hacia la Pascua, al encuentro con Jesucristo vivo, la Palabra hoy te invita a la conversión, a poner la confianza en el Señor.

¿Cómo? Antes del Evangelio lo hemos cantado: Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia.

También la primera lectura y el salmo: maldito quien confía en el hombre, y en la carne busca su fuerza, apartando su corazón del Señor… Será como un cardo en la estepa…Bendito quien pone en el Señor su confianza… no deja de dar fruto.

El rico Epulón representa al hombre autosuficiente y arrogante que confía en sí mismo, en sus fuerzas, en su dinero y no en Dios.

La escucha y acogida confiada de la Palabra de Dios es camino seguro para la conversión.

Pero Epulón se hizo el sordo ante la Palabra: su vida no estaba enraizada en la Palabra. Un corazón sincero, que busca hacer la voluntad de Dios, encuentra respuesta en la Palabra de Dios. Si lo que quiere es hacer su propia voluntad, ni los grandes milagros cambiarán su proceder.

Y, cuando uno está sordo y ciego son inútiles hasta los milagros más espectaculares, como la resurrección de un muerto: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.

Creer en la Palabra de Dios es escoger entre dos sabidurías, fiarse de la de Dios y renunciar a poner la confianza en el propio sentir, porque nada más falso y enfermo que el corazón.

Recuerda que el corazón está herido por el pecado original, y es necesario discernir lo que en él aparece. ¿Con qué criterio? Con el de la Palabra de Dios, invocando al Espíritu Santo.

¡Os daré un corazón nuevo!  (cf. Ez 36, 26).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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