Jueves, 3 de noviembre de 2022

San Martín de Porres

Lecturas:

Flp 3,3-8a. Eso que para mí es ganancia, lo considero pérdida comparado con Cristo.

Sal 104. Que se alegren los que buscan al Señor.

Lc 15,1-10.  Habrá más alegría en el cielo por un pecador que se convierta.

Hace unos días, san Pablo nos invitaba a descubrir que hay un antes y un después de Jesucristo.

Esto es lo que significa la conversión que conlleva el encuentro personal con Jesucristo vivo y resucitado. Un Jesucristo que no es una idea, sino una Persona; que no te invita a seguir una filosofía sino a comenzar una vida nueva; un camino que Él va a recorrer contigo. Porque ser cristiano es seguir a Jesús.

Jesús va delante, indicando el camino concreto que has de recorrer cada día. Por eso es necesario preguntárselo cada día: Señor, ¿qué quieres de mí hoy?

Jesús está contigo, junto a ti, recordándote cada día que Dios te ama, que no estás solo, que te regala el don de su Espíritu que va haciendo en ti la obra de la nueva creación.

A veces Jesús también camina detrás de ti, sobre todo cuanto estás caído, desanimado, desencantado, cansado o agobiado, diciéndote Ánimo, levántate, no tengas miedo… Tampoco yo te condeno, no peques más… Yo he venido para que tengas vida…

Esta es la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. Este conocimiento no es tener datos sobre su vida y obra, sino participar en su nueva vida de Resucitado, entrar en una comunión existencial con Cristo. Y esto solo es posible por la fe. Es un don que recibimos y que hemos de acoger. Es una obra que el Espíritu Santo va realizando en nosotros.

Y, por eso, porque esta experiencia es tan grande y tan profunda, que san Pablo puede decir que todo eso que para mí era ganancia, lo consideré pérdida a causa de Cristo  Porque nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios y al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene (cf. Lc 9, 57; Mc 4, 25).

Este es el camino que estamos llamados a recorrer los discípulos de todos los tiempos.

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥  (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

Volver a reflexiones a la Palabra de Dios