Jueves, 24 de noviembre de 2022

San Andrés Dung-Lac

Lecturas:

Ap 18,1-2. 21-23; 19, 1-3. 9a. Ha caído Babilonia la grande.

Sal 99. Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Lc 21, 20-28.  Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que les llegue su hora

La clave para comprender la Palabra de hoy tal vez nos la da el versículo del Evangelio que también hemos cantado en el Aleluya: Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.

Es una Palabra que nos invita a vivir en la esperanza, porque Dios es fiel y cumple sus promesas. Porque todo está previsto por el Señor, que escribe recto con renglones torcidos.

Y que hace que la historia no sea fruto de la casualidad, de la fatalidad del destino o de maniobras de fuerzas oscuras, sino Historia de amor y de salvación en la que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien. Porque Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?... ¿Quién acusará a los elegidos de Dios?…  ¿Quién condenará? … ¿Quién nos separará del amor de Cristo? (cf. Rom 8, 28s).

Es lo que nos anuncia con gran autoridad la primera lectura: Cayó, cayó la gran Babilonia. Y la salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios. Y el Salmo: el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos… su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.

Y el Evangelio: verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria… levantaos, alzad la cabeza se acerca vuestra liberación.

No estamos llamados a vivir angustiados... desfallecidos por el miedo y la ansiedad. No hemos de quedarnos mirándonos nuestras heridas, atrapados por el miedo y la desconfianza, sobrecogidos por las embestidas del mal.

¡Levantaos, alzad la cabeza! ¿Para qué? Para mirar al Señor, al Salvador, al Rey de reyes… Para que pongas tu confianza en el Señor y te dejes llevar por Él.

Para que vivas con la certeza de que esta guerra está ganada. Ya la ha ganado Jesucristo con su muerte y resurrección.

Así verás cumplida en ti la Palabra: servid al Señor con alegría,  entrad en su presencia con vítores… Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre.

Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

¡Ven Espíritu Santo! 🔥 (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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