Jueves, 10 de junio de 2021

Lecturas:

2 Cor 3, 15 – 4, 1. 3-6.  Dios ha brillado en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios.

Sal 84.  La gloria del Señor habitará en la tierra.

Mt 5, 20-26. Todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado.

El Evangelio nos invita a descubrir la novedad de Jesucristo. Ayer nos decía que no he venido a abolir [la Ley y los Profetas], sino a dar plenitud. Hoy nos invita a que nuestra justicia sea mayor que la de los escribas y fariseos.

Por eso escucharemos durante varios días a Jesús diciendo  se dijo a los antiguos…, pero yo os digo. ¿En qué consiste esta plenitud de la Ley de Cristo, y esta mayor justicia que él exige?

Dice Benedicto XVI que la novedad de Jesús consiste, esencialmente, en el hecho que él mismo «llena» los mandamientos con el amor de Dios, con la fuerza del Espíritu Santo que habita en él. Y nosotros, a través de la fe en Cristo, podemos abrirnos a la acción del Espíritu Santo, que nos hace capaces de vivir el amor divino.

Por eso no basta con un “cumplimiento” externo. No basta con no matar. El Espíritu Santo renueva tu corazón para que puedas vivir desde lo más profundo de tu corazón: el perdón y la reconciliación.

La verdadera justicia es la fidelidad a la voluntad de Dios. Y el fariseísmo de todos los tiempos es experto en guardar las apariencias, en cumplir formalmente, por fuera, pero con un corazón lejos de la voluntad del Señor.

A lo mejor, rezan mucho, con muchas palabras, como los gentiles (cf. Mt 6, 7) pero sin un verdadero deseo de hacer la voluntad de Dios, sino más bien deseando que Dios haga la suya…

Por eso, cuando uno vive en la nueva Alianza, la del Espíritu ve cumplida en su vida lo que nos dice San Pablo: reflejamos la gloria del Señor y nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente, por la acción del Espíritu del Señor. Y así tu vida se convierte en luz del mundo y sal de la tierra.

¡Os daré un corazón nuevo!  (cf. Ez 36, 26).

¡Ven Espíritu Santo! ? (cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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