Domingo, 25 de diciembre de 2022

La Natividad del Señor

Lecturas:

Lecturas de la Misa de Medianoche:

Is 9, 1-3. 5-6. Un hijo se nos ha dado.

Sal 95, 1-3. 11-13. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.

Tit 2, 11-14. Ha aparecido la gracia de Dios a todos los hombres.

Lc 2, 11-14. Hoy os ha nacido un Salvador.

La celebración de hoy te invita a contemplar el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, la mayor obra del Espíritu Santo en la historia; a descubrir la verdadera naturaleza del hombre a la luz de Jesucristo, la Palabra hecha carne: En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado (cf. GS 22).

Porque no podemos reducir la Navidad a puro consumismo, a un mero sentimentalismo, o a un simple recuerdo histórico, todos ellos insuficientes.

Por eso, la Palabra de Dios que proclamamos hoy te recuerda cuál es el mensaje central de la Navidad: Dios se ha hecho hombre para que tú seas divinizado, la Palabra se ha hecho carne para darte la salvación, para hacerte pasar de ser esclavo a ser hijo de Dios.

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande. Si dejas entrar a Jesucristo en tu vida, verás aparecer su Luz en medio de tu vida.

Una Luz que ilumina tu historia, transfigurándola en historia de amor y de salvación: una luz que cura heridas, redime cautividades y te hace cantar el cántico nuevo: la alabanza, la bendición, porque vives la presencia del Señor, que lo hace todo nuevo, por medio de su Espíritu.

Una Luz que te da discernimiento para conocer hoy cuál es la voluntad de Dios, y te concede vivir descansado en las manos del Señor, que te ama.

Una Luz que te da confianza para afrontar el futuro, porque sabes que el que Señor no deja de amarte nunca y está contigo todos los días, hasta el fin de los tiempos.

Una Luz que te hace descubrir que tú no te puedes dar la vida a ti mismo, pero que no estás perdido. Por eso, a ti también, hoy el ángel te dice: No temas, te traigo una buena noticia, una gran alegría: hoy os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Si le abres el corazón al Señor, si le dejas que sea el Señor de tu vida, de toda tú vida, también tú cantarás el cántico nuevo: ¡verás y proclamarás la gloria de Dios!

       ¡Santa y Feliz Navidad!

      Yo abro brecha delante de vosotros (Cf. Miq 2, 12-13).

       ¡Ven Espíritu Santo! 🔥(cf. Lc 11, 13).

Homilias de D. Jorge Miró

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